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Tratar bien a alguien que no te agrada no es hipocresia, es educación

Publicado por Ximena Orihuela en

En el trabajo, con nuestro grupo de amigas e incluso en nuestra familia existen personas que no nos caen del todo bien pero en lo que a nosotros respecta, deberíamos llevarnos bien con todos. Y esto no es hipocresía, es educación.

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No se trata de intentar agradarles a todos, sino de mantener nuestra calidad de vida y evitar conflictos que son innecesarios. Respetar y ser amables es un signo de educación que aplica para todas las personas, incluso para aquellas con las que no nos llevamos bien.

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Respetar a las personas no solo demuestra nuestros principios sino también habla de nuestra madurez.

El poder convivir de manera sana y agradable con todos nos hace tener una mejor calidad de vida, tener mayor paz interior y vivir en tranquilidad.

Nunca sabes cuándo vas a necesitar de quien no te agrada. El mundo da muchas vueltas y puede que el día de mañana la oportunidad que necesitas venga de manos de esta persona.

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Cuando tratamos de forma respetuosa a todos sin importar que tanto nos agradan también marcamos una línea de respeto hacia nosotros.

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Te compartimos algunos tips para convivir con las personas que no nos agradan del todo.

Lo cortés no quita lo valiente

Las ocasiones que te toque convivir demás con la personita en cuestión, mantente al margen. Recuerda que una persona educada vale por mil. No te involucres en comentarios o acciones que no te parezcan. Concluye la tarea que tengan que realizar juntos y a lo que sigue.

Identifica la causa

A veces pasa que una persona te cae pésimo sin ninguna razón de peso.

Esta es una oportunidad de oro en la que puedes hacer una introspección, puede que alguno de los gestos que te molesten en la otra persona sean aspectos de ti que te cuestan trabajo aceptar.

Recuerda que no puedes cambiar a la otra persona, pero si puedes cambiarte a ti mismo.

Diferencia entre los actos y la persona

En la gran mayoría de las ocasiones encasillamos y catalogamos a las personas por sus actos o comentarios. Es un hecho que esto habla de su forma de ser, pero debes de aprender a separar entre la realidad y la esencia del ser humano.

Es muy probable que lo que a ciencia cierta te moleste sean los actos y no la persona como tal.