En muchas ocasiones, las personas que están inmersas en relaciones amorosas tóxicas no son capaces de darse cuenta de que están viviendo situaciones de abuso. El amor que sentimos hacia esa persona puede obnubilar nuestro juicio y podemos tender a perdonar cualquier cosa. Es muy frecuente que este tipo de actitudes tóxicas se “normalicen” por parte de la víctima.
Y a pesar de que los familiares y amigos puedan advertirnos de que algunas cosas que estamos soportando simplemente no son de recibo, podemos seguir con los ojos vendados. Este artículo quiere contribuir a que las personas que están en un noviazgo o matrimonio de estas características puedan mejorar su situación.
Vamos allá con las 23 señales de que tu pareja es tóxica o está pasando por un momento en el que puede causar conflictos:
Actitudes de control y celosía
- Le molesta que pases tiempo con tus amigos o familiares.
- Controla tus gastos personales, lleva un control innecesario sobre tus cuentas bancarias, o te pide explicaciones sobre tus facturas.
- Investiga tus redes sociales y tu teléfono móvil. No respeta tu privacidad.
- Pregunta constantemente por tus horarios y te planifica la vida sin pedirte opinión.
- Cuando te hace un favor, exige que le compenses inmediatamente.
- Te menosprecia y te da a entender que sin él/ella no serías nadie ni podrías seguir adelante.
- En reuniones familiares o con amigos, evitas emitir tu opinión sobre algo por miedo a que vuelva a reprenderte o a cuestionarte.
- Es habitual que use el chantaje emocional contigo: si no haces lo que él/ella quiere, se enfada.
- Notas que cada vez que pasas tiempo con alguien del sexo opuesto, tu pareja se molesta en exceso y se pone celoso, obligándote a no ver más a esa persona.
- Te trata con un exceso de paternalismo y sobreprotección
Actitudes de falta de respeto y conflicto
- Se mete con tu forma de vestir, intenta influir de malas maneras para que cambies tu estilo, etcétera.
- Hace lo posible por restarle importancia a tus méritos y virtudes.
- Le quita importancia a los problemas que le expresas, minimizándolos y diciendo frases del estilo “eso no es para tanto”, “no te quejes por vicio”, etc.
- Cuando se produce una discusión, tienes que ceder tú siempre, porque en caso contrario puede estar días sin dirigirte la palabra.
- Te culpabiliza de problemas que tiene en su vida laboral o con otras personas ajenas a la relación.
- Siempre está recordándote todos los fallos y errores que cometiste en el pasado.
- Has dejado de contarle los problemas de pareja a tus familiares, amigos y allegados porque sabes que si él/ella se entera, montaría en cólera.
- Evitas explicarle los problemas o hablar sobre ciertos temas con él/ella porque sabes que se lo tomaría mal.
- Se dirige a ti con exigencias y malos modos muy frecuentemente.
- Toma decisiones que afectan a ambos sin pedir tu opinión, e incluso sin informarte.
Actitudes tóxicas en el ámbito sexual
- Notas que mantienes relaciones sexuales con él/ella a pesar de que no tienes muchas ganas, solo por complacer sus deseos o para evitar que se enfade.
- Te chantajea o exige que realicéis prácticas sexuales que no te gustan.
- Te compara con otras parejas sexuales de su pasado.
¡Cuidado! Todos tenemos actitudes tóxicas en algún momento
Hemos estado explicando todas aquellas actitudes y conductas que pueden ser señal de que tu pareja es tóxica. Pero cuidado, porque es muy fácil ver los fallos en los demás y muy difícil hacer autocrítica.
Todos, en algún momento de nuestra vida, podemos cometer errores y tener uno o varios fallos como los que hemos descrito. Por tanto, debemos ser cuidadosos a la hora de enjuiciar a nuestra pareja. Solo será una relación tóxica aquella en que, de forma habitual, se produzcan varios de los problemas comentados. De todos modos, en ocasiones la situación puede ser reconducible gracias a la comunicación y las buenas maneras
En otras parejas, es posible que no exista marcha atrás y que la relación esté condenada al fracaso. Es obligación de cada persona analizar detenidamente la situación para saber si vale la pena intentar arreglar las cosas.