Todas las personas somos muy diferentes y en ocasiones al compartir nuestras decisiones con los demás nos encontramos con alguien que querrá juzgarnos o influir en nuestra vida y es allí cuando debemos decir “basta”.
No les des tantas explicaciones a los demás
Estamos acostumbradas a comentar todo lo que hacemos o queremos hacer y esto lo hacemos buscando alguna clase de aprobación, en ocasiones podemos hacerlo de forma consciente o inconsciente pero debemos aprender a controlar estos impulsos.
Las personas en su mayoría, no saben en realidad quienes somos, no conocen nuestro pasado, no saben que nos mueve en la vida, por tanto, es muy difícil que puedan opinar de manera acertada ante alguna situación por la que estamos pasando. Claro, existen personas que son muy allegadas a nosotras y tendemos a darle mucha relevancia a sus opiniones. Esto en parte no es algo que esté mal, pero muchas veces puede jugarnos en contra, pues solo nosotros debemos estar claros con lo que queremos y hacia dónde nos dirigimos.
Puedes oír la opinión de todos, tomar lo bueno de cada consejo que quieran darte, pero de ninguna manera te sientas forzado a actuar o a hacer lo que los demás te sugieran o te dicen que debes hacer. Es tu vida y debes manejarla a tu manera, esto te ayudará a formar tu carácter y lo que es más importante, evitará que termines echándole la culpa a alguien más por cualquier cosa que pudiera salir mal.
Ante cualquier decisión, la elección es completamente tuya, aún si te dejaras llevar por lo que alguien más te dijo, eres tú y solo tú quien da la última palabra. Si te quitas este derecho, jamás serás un ser completo. No permitas que otros decidan por ti, sin importar si te caes, se tu quien dirija el timón de tu vida.
Dale valor a tu propia opinión.
Respétate y ten presente siempre que no tienes que darle muchas explicaciones a nadie de las cosas que haces o las decisiones que tomas. No te detengas solo porque otra persona tiene problemas con lo que estás haciendo. Si lo haces, podrías estar incluso sacrificando tu felicidad por el beneficio de alguien más.
Ser feliz es tu única obligación.
Tu vida es tuya, y tu única obligación es ser feliz, sentirte en paz contigo mismo, estar bien, cómoda y tranquila. Así que lo único que tienes que hacer es buscar estas cosas de la mejor manera. Con hacer solo esto, estarás siendo una persona mucho más determinada, mucho más completa. Una mujer indetenible que se enfoca en sí misma y no en lo que los demás quieran de ti.
Sigue adelante, no te detengas, y verás como la vida te va a sonreír a donde quieras que vayas sin importar si lo haces solo o acompañado.