Después de las vacaciones la piel se resiente por la exposición constante al sol, y si no has tomado las medidas adecuadas para protegerla, esto puede traerte algunas consecuencias que notarás con el paso de los años. Preparar nuestra piel antes de tomar el sol es tan importante como darle los cuidados apropiados cuando tus vacaciones hayan terminado, de esta forma se recuperará y mantendrá el bronceado por más tiempo.
Pasos a seguir:
1.-El primer paso para cuidar tu piel bronceada será exfoliar tu piel para esto puedes comprar algún exfoliante comercial o preparar uno en casa. Recuerda que no debes utilizar el mismo exfoliante del cuerpo en el rostro, ya que esta piel es más delicada y debes utilizar ingredientes más suaves. Este ritual es recomendable que lo hagas 1 vez a la semana al momento de tomar una ducha para proteger el tejido y no causar irritaciones.
Si decides realizar una exfoliación natural te compartimos una receta.
Ingredientes
½ taza de azúcar morena
3 cucharadas de miel
2 cucharadas de aceite de almendras
Mezcla todos los ingredientes y aplícalo sobre la piel húmeda y siguiendo las líneas de tu piel, puedes usar un guante, este dejará tu piel mucho más sedosa y permitirá que el exfoliante penetre mejor. Este proceso te ayudará a eliminar las células muertas o pieles que quedan por la exposición excesiva al sol, permitiendo que se formen nuevas células y favoreciendo la producción de colágeno.
2.- Para exfoliar tu rostro te proponemos dos mascarillas que te ayudarán a quitar las impurezas y recuperar la hidratación perdida por la exposición al sol.
Exfoliante de avena y yogur
½ taza de avena
1 cucharada de azúcar
1 yogur natural
Si prefieres un toque relajante agrega unos pepinos en tus ojos para refrescarte
Lava tu rostro con agua tibia, mezcla todos los ingredientes en un bowl, la avena eliminará las impurezas y le aportará la hidratación que necesita y aplícalo sobre el rostro todavía húmedo con movimientos circulares hacia arriba. Retira el exfoliante con agua fría.
3.- Una vez hayas exfoliado tu cuerpo y rostro, llega el momento de la hidratación, otra forma para cuidar la piel bronceada. Lo primero que debes saber es que es necesario utilizar una hidratante para tu tipo de piel, tanto la del cuerpo como la del rostro. Las mascarillas hidratantes se encargarán de nutrir y reparar la piel en profundidad, si decides comprarlas te recomendamos las que contienen ácido hialurónico, colágeno, silicio, aceites nutritivos o baba de caracol.
Si por el contrario quieres una opción natural, te recomendamos la siguiente:
Mascarilla de caléndula
1 cucharada de hojas de perejil
1 cucharada de flores seas de caléndula
1 cucharada de avena
Agua
Pon a hervir el agua y mezcla todos los ingredientes hasta que se forme una pasta, apaga el fuego y deja que se enfríe por 15 minutos. Colócalo sobre el rostro, déjalo por 20 minutos y retira con agua fría. Si tienes la piel enrojecida o inflamada esta mascarilla te ayudará.
Es importante resaltar que a la hora de mantener el bronceado, el punto clave es la hidratación con cremas con una consistencia bastante espesa y sobre todo no olvides los codos, rodillas y pies.